El que fuera Canónigo y Bibliotecario de la Real Colegiata de Roncesvalles, D. Agapito Martínez Alegría, en el apartado "La Santa Imagen" de su obra «Roncesvalles», publicada en 1956 y galardonada con el Premio Olave, nos habla de la venerada imagen de Nuestra Señora de Roncesvalles, también conocida como la Reina del Pirineo, comentando una serie de cuestiones sobre ella, como su procedencia, tipología o estilo, de la forma que sigue: "Para evitarnos prolijas descripciones, ofrecemos al lector su fotografía. Es una escultura de la escuela francesa, de madera de cedro chapeada de plata con adornos de oro y fina pedrería. Sentada sobre un riquísimo cojín de plata sobredorada, con preciosos relieves de imaginería, encuadrados en cenefas de filigrana de oro cuajadas de gemas preciosas.
Nuestra Señora de Roncesvalles, hacia 1945. Fotograbado de José Ortíz Echagüe (Fondo Fotográfico Universidad de Navarra) |
Su estilo es el mismo del templo colegial: la floración primera del estilo ojival con dejos y adornos de su predecesor el románico, que delatan, bien claramente, su época: principios del siglo XIV. La escultura es bellísima y recuerda el arte exquisito del Imperio griego. Es del tipo de virgen-reina. Bien sabido es que es que, recientemente, dividen los arqueólogos las imágenes medievales de la Virgen en vírgenes sencillamente; o vírgenes princesas; vírgenes-madres y vírgenes-reinas, según la expresión de su rostro y los ademanes todos de la estatua. Las vírgenes-princesas; como la virgencita de plata y oro del tesoro del mismo Roncesvalles, del siglo XIV. Madre e Hijo parecen dos hermanitos gemelos.