Atienza está al norte de la provincia, dista de Sigüenza o de Jadraque 30 kilómetros, y ocupa la falda de cuestudo cerro coronado por alargado peñón, asiento del inexpugnable castillo; desde su plataforma se admira espléndido panorama; el clima es muy frío en los largos inviernos, y gratísimo en el verano. La villa conserva buena parte del doble recinto amurallado, y contemplado el conjunto desde alguna distancia muestra el sugestivo aspecto de población medieval; puede considerársela como ciudad-museo, pues tan rico es su contenido que ha sido declarada Monumento Nacional Histórico-Artístico.
Su historia es muy interesante, pues tuvo gran importancia estratégica en la Edad Media y aun en nuestros días; abunda en episodios bélicos curiosos. Mediado el siglo XII y sitiada por Fernando II de León, quien quería apoderarse de su pequeño sobrino Alfonso VII de Castilla, éste fue liberado mediante ingeniosa y estratagema por los arrieros o recueros, luego organizados en cofradía que al cabo de ocho siglos perdura atenida a sus antiguas ordenanzas y conmemora aquel suceso cada año el domingo de Pascua de Pentecostés, yendo en romería a la ermita de la Estrella; como van montados con el abanderado al frente, llaman a esta cofradía «La Caballada».
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60 castillos de Castilla la Nueva y Extremadura
Miguel Ourvantzoff, 1965
Fotografía: Ayuntamiento de Atienza
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