martes, 1 de noviembre de 2016

La Archicofradía de Caridad y Paz de Madrid


Con el fin de dar culto a María Santísima en su advocación de Nuestra Señora de la Caridad del Campo del Rey y con la obligación de “emplearse en dar sepultura a los ajusticiados, y a los pobres muertos que se encontraren por los caminos de esta corte” (1), los reyes D. Juan II y su esposa Dª María de Aragón, fundaron la Real Archicofradía en el año de mil cuatrocientos veintiuno y la dejaron establecida en la Iglesia de la Purísima Concepción de María Santísima que ellos mismos habían fundado, próxima a su palacio en los terrenos llamados del Campo del Rey, “dentro de los muros, junto a las Caballerizas del Rey casi en el lugar donde al presente está una fuente” (2). Esta iglesia habría de ser la primera de ese título dedicada a la Purísima Concepción. El abad de Nuestra señora de Atocha, D. Garci Álvarez de Toledo que al tiempo es obispo de Astorga, funda en el mismo sitio y agrega a la iglesia un hospital para mujeres y deja a la archicofradía encargada del hospital cumpliendo con su mandato hasta el año de 1587. El hospital pasaría posteriormente al Hospital General con fecha 3 de Julio de 1767. 


Grabado de la antigua Parroquia de la Santa Cruz de Madrid


Poco después, el rey solicitó para su servicio tanto la Iglesia como el hospital y el terreno que ocupaban, diciendo que serían muy bien recibidos en cualquier sitio para seguir ejerciendo su ocupación caritativa. La cofradía entregó al Hospital General todas las rentas, bienes, efectos y muebles dejando libres “para la utilización por el rey tanto la iglesia como el edificio del hospital que durante 166 años había estado a su cargo” (3).


La archicofradía, que deseaba seguir en su humanitaria acción, se desplazó al Hospital de Antón Martín, llevándose su imagen de Nuestra Señora de la Caridad. No obstante, enseguida pensaron que su ubicación estaba muy alejada de la Cárcel de la Corte, de donde salían los reos a los suplicios a los que debía la cofradía atender, y en consecuencia solicitaron su traslado a la parroquia de Santa Cruz, inmediata a la cárcel y plaza donde se realizaban las ejecuciones.

Se trató con el cura la compra de un lugar para construir una capilla y colocar en ella la imagen de la Caridad, lo que se realizó con prontitud trasladando al nuevo sitio la imagen en el año 1591. En el año 1627 se construyó una nueva torre en el sitio que ocupaba la capilla siendo necesario la cesión de ésta para la construcción de la torre, pero se hizo con la condición de que la iglesia dejara el mismo terreno para la capilla, instalando nuevamente la Imagen de la Caridad y allí estuvo hasta el incendio del 9 de septiembre de 1763 en que todo quedó reducido a cenizas, encargando a Juan Pascual de Mena la nueva imagen de la Virgen de la Caridad, que sustituyó a otra que había sido realizada por D.Luis Salvador, la cual había sustituido a su vez a la primitiva que estuvo dedicada a la Purísima Concepción.

Con anterioridad, en el año 1720, la parroquia de Santa Cruz había sufrido otro incendio en la sacristía, donde fue destruida gran parte de la documentación de la cofradía que allí se encontraba. No obstante aún se conservaban documentos de su historia, documentos de las indulgencias, gracias y jubileos dados por algunos papas como Martín V, Adriano VI, Clemente VIII e incluso Benito XIV; de todo ello dan cumplida noticia grandes escritores de la época como el Maestro Gil González Dávila, el Licenciado Gerónimo Quintana.

Los fines para los que estaba constituida la cofradía son los que el mayordomo mayor le expuso al Vicario de Santa Cruz, según se hace constar en el juicio contra el Fiscal Eclesiástico, en el año 1596, con motivo de haber puesto una mesa petitoria para sufragar los gastos de la compañía. Estos eran: que pedían limosnas es de hacía más de doscientos años que llevaba fundada la cofradía, que siempre habían solicitado limosna sin ningún problema dentro de la iglesia para enterrar a los ajusticiados y muertos y desamparados que se hallaban en calles y campos; en hacer bien por sus almas, en decir cada lunes una Misa Solemne por las Ánimas Benditas del Purgatorio, en dar de comer los primeros días de las tres Pascuas a los pobres de las cárceles y en otras obras pías, sacrificios y limosnas.


Notas:

1.- Constituciones de la Real y Primitiva Archicofradía de Nuestra Señora de la Caridad y Paz sita en la Iglesia de Santa Cruz. Madrid M.DCC.XLVII. p. XXV. 

2.- CERVERA, M. de, Compendio Histórico de la Fundación, Instituto y Piadosos. Ejercicios de la Real Archicofradía de Nuestra Señora de la Caridad y de la Paz. Sita en la Iglesia Parroquial de santa Cruz. Madrid 1768, p. 34 
3.- Ibid.

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Texto procedente de:

"Cofradías y ajusticiados en Madrid" de Jesús Nicolás Sánchez Santos
El mundo de los difuntos: culto, cofradías y tradiciones / coord. por Francisco Javier Campos y Fernández de Sevilla, Vol. 2, 2014.

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