El que fuera cronista de la ciudad condal, D. Víctor Balaguer, nos habla en su libro "Las calles de Barcelona" (1865) de la Cofradía de San Marc Evangelista y de su Casa-Gremial, que por aquel entonces estaba en la calle de la Corribia, frente a la Catedral. El autor también trata otras cuestiones interesantes relacionadas con las normativas que imponía la municipalidad a los zapateros, como por ejemplo, la de no trabajar en domingo ni en día de fiesta.
"Hállase situada en esta calle, frente las
escaleras de la Seu o catedral, la casa del gremio de zapateros, que data del
1565, aun cuando hubo de ser renovada en 1740, según se deduce de esta fecha
inscrita en una gran plancha de cobre con una bota de montar, que tiene en su
centro el balcón del primer piso. La sala de dicha casa, que era la de las
reuniones, conserva aun la gradería de madera o sea los escaños que ocupaban
los cofrades en sus asambleas. Guárdase en esta sala el retrato del zapatero
José Torner, con el traje de conceller, por haber obtenido este cargo en 1676,
y un cuadro gótico, bastante notable, con las tres imágenes de san Abiá, san
Crispín y san Crispiniano, patrones del gremio.