sábado, 4 de noviembre de 2017

Cofradía de Nuestra Señora de Roncesvalles - Parte I


En el siglo XI el auge de las peregrinaciones a Santiago de Compostela hizo necesaria la fundación de albergues y hospitales para acoger a los peregrinos, sobre todo en los tramos más duros del camino jacobeo. Como señala Clara Fernández-Ladreda, al crecer la marea peregrina sin cesar, el obispo de Pamplona, el aragonés Sancho Larrosa, creyó totalmente necesario fundar un nuevo hospital en Ibañeta, que colocó bajo la advocación de la Virgen María, encomendado su gobierno a una nueva cofradía y su atención a tres clérigos. El nuevo hospital de Santa María abandonó pronto Ibañeta, buscando un mejor lugar, y se instaló definitivamente en 1132 en la llanura, al pie de la vertiente meridional del puerto.


Nuestra Señora de Roncesvalles
Huecograbado de Heraclio Founier
(Vitoria, década de 1930)

Como se ha señalado, sería el obispo Sancho Larrosa quien fundara en 1127 la Cofradía de Roncesvalles, y aunque en un principio estuvo dedicada a los Santos Quirico y Julita, muy pronto se centraría en Nuestra Señora de Roncesvalles como titular, ya que a Santa María estaba dedicado el hospital que atendía a los peregrinos, teniendo como magna culminación del proceso fundacional, cuando el papa Inocencio II acogió bajo su protección al hospital de Santa María y confirmó sus posesiones en 1137. En torno a Santa María de Roncesvalles también surgirán romerías, ya que los cofrades tenían por costumbre acudir al santuario mariano en determinados días.