La Cofradía de la Vera Cruz de Santo Toribio de Liébana

El arqueólogo e historiador Miguel Ángel García Guinea (1922-2012) en su libro «El monasterio de Santo Toribio de Liébana» (1978) nos habla, bajo el epígrafe de Cofradía de la Vera-Cruz, de una de las cofradías más antiguas de España que han llegado hasta nuestros día, la cual tiene su sede en dicho monasterio cántabro. Innominada en su fundación, fue conocida posteriormente como Cofradía de Santo Toribio y, al menos desde el siglo XVI, como Cofradía de la Santísima Cruz.

Santo Toribio de Liébana
(Fotografía: Último Destino)

El comienzo de esta Cofradía se remonta al año 1181, según documento estimado en este año por Sánchez Belda (*). No lleva ningún título especial y está promovida por los obispos Juan, de León; Raimundo II, de Palencia; Rodrigo, de Oviedo; y Marino, de Burgos, Tan sólo dicen en la carta de constitución, que establecen una Cofradía en la casa de Santo Toribio, «territorio livanense», con objeto de poder designar un sacerdote que diariamente cante misa por los cofrades vivos y difuntos. Los cofrades, para conseguir este fin, deberían dar a la casa de Santo Toribio, cada año una emina de cebada entre dos o un denario. Se corresponde, por parte de los obispos, con cuarenta días de indulgencias.

Monasterio de Santo Toribio de Liébana
(Fotografía ABC)

Poco a poco esta Cofradía innominada pero que, por el lugar donde se establecía, fue conocida por la Cofradía de Santo Toribio, fue pasando a llamarse, sin duda por la devoción creciente al «Lignum Crucis», Cofradía de la Santísima Cruz, que es el nombre con el que, al menos desde el siglo XVI, se le conoce. Pertenecer a esta Cofradía fue siempre entre los labaniegos un alto motivo de honra y una posibilidad de recibir bienes espirituales. Varios pontífices han concedido indulgencias plenarias o parciales a estos cofrades, tanto el día de su ingreso como a la hora de su muerte o en la fiesta del 3 de mayo, día de la invención de la Santísima Cruz. Cuando un cofrade moría, el resto de sus hermanos acudía al entierro con velas y hachas encendidas, corriendo a cargo de la Cofradía las misas y sufragios. 

"Lignum Crucis" del Monasterio de Santo Toribio de Liébana
(Fotografía: ABC)

Aunque ha habido momentos de decadencia en la historia de la Cofradía, coincidiendo generalmente con los de postración del monasterio, se conoce un Reglamento aprobado por el Gobernador Eclesiástico de León de 23 de noviembre de 1871 que fue renovado y puesto en vigencia en 1944. Existen dos clases de cofrades: activos y honorarios. Los primeros tienen el compromiso de asistir, turnándose, y en número de seis, todos los viernes y en la festividad de la Cruz a la procesión tradicional del «Lignum Crucis», llevando el palio y la luminaria de de compañía. Los honorarios ofrecen sólo una cuota, gozando con ello de los privilegios.

Notas:

* Luis Sánchez Belda nació el 12 de septiembre de 1920 en Madrid, y falleció en Santander el 8 de agosto de 1984. Ingresa por oposición en el CFABA (1944) con destino en el Archivo Histórico Provincial de Toledo y en el de la Delegación de Hacienda, se traslado, por concurso al Archivo Histórico Nacional (1945), dónde se encarga de la Sección de Órdenes Monásticas o Clero. Jefe de sección (1949), director interino  (diciembre de 1952), en sustitución del sacerdote Benito Fuentes Isla, y director en propiedad del Archivo Histórico Nacional (12-12-1955). Compagina estos puestos con el profesor adjunto, por oposición, de Historia de España y Universal de la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Central, encargándose de la segunda cátedra, a raíz de la jubilación de Antonio de la Torre, hasta el nombramiento de fray Justo Pérez de Urbel como nuevo catedrático (1947-1955). Adjunto de Paleografía y Diplomática en la misma facultad que desempeña desde 1959 hasta su designación como director general de archivos y bibliotecas (1-7-1968/30-10-1974). Fue miembro del Comité Consultivo Internacional de Documentación, Bibliotecas y Archivos de la UNESCO y presidente del Consejo Internacional de Archivos (1968-1972). Recibió la Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio y la Cruz de Isabel la Católica. Entre sus principales obras podemos citar el Cartulario de Santo Toribio de Liébana o su colección de Documentos Reales de la Edad Media referentes a Galicia.

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Bibliografía consultada:

El monasterio de Santo Toribio de Liébana

Miguel Ángel García Guinea

Editorial Everest S. A., 1978.


Diccionario Akal de Historiadores españoles contemporáneos
Ignacio Peiró Martí y Gonzalo Pasamar Alzuria
Ediciones Akal, S. A. Madrid, 2002.