lunes, 22 de julio de 2013

Los privilegios de Sancho IV otorgados a los Recueros de Atienza


La Cofradía de La Caballada o de los Recueros de Atienza poseé dos documentos de privilegios otorgados por Sancho IV el Bravo (1258-1295), el primero fechado en Córdoba a 12 de julio de 1282 actuando "como hijo mayor y heredero del muy noble rey D. Alfonso", donde confirma un documento de su abuelo Fernando III el Santo (1199-1252) y el segundo, fechado en Atienza el 18 de enero de 1285 ya siendo rey. Sancho IV era hijo del rey Alfonso X de Castilla (1221-1284), y de su esposa, la reina Violante de Aragón (1236-1301), hija a su vez del rey aragonés Jaime I el Conquistador (1208-1276).

La Caballada de Atienza, 1970
(Fotografía: Rafael Sanz Lobato)

El segundo documento otorgado por Sancho IV se trata también, como el anterior, de una carta de privilegio, escrita en letra de albalaes, en la cual se repite el seguro concedido a los Recueros de Atienza y sus mercancías cuando fuesen por cualquier parte del Reino, estando destinada a los alcaldes, jueces, justicias, etc., e indicándose la pena de cien maravedíes de la moneda nueva, y el doble de aquello en que se perjudicara a los interesados. 

Documento otorgado por el rey Sancho IV 
en Atienza el 18 de enero de 1285

Además, con este documento los Recueros podían andar seguros con sus mercancías sin poder ser embargados por ejemplo, por deudas del Concejo de Atienza, como leeremos a continuación, excepto aquellas causadas por deudas propias o por fianzas dadas por ellos mismos.

«Sepan cuantos esta carta vieren cómo yo don Sancho, por la gracia de Dios rey de Castilla, de Toledo...A todos los concejos, alcaldes, jueces, justicias, alguaciles, comendadores y a todos los otros adelantados de mis reinos que esta carta vieren, salud y gracia. Sabed que por hacer bien y merced a los Recueros de de Atienza, tengo por bien que anden salvos y seguros por todas las partes de mis reinos con sus mercancías y con sus bestias y con cuantas cosas trajeran. Y ellos no sacando cosas vedadas del reino y dando sus derechos allí donde los debieran dar. Y mando y defiendo firmemente que nadie sea osado de hacerles fuerza “nyn tuerto nyn mal nynguno” a ellos ni a ninguna de sus cosas ni prenderlos salvo por su deuda conocida o por fiadura que ellos mismos hubieran hecho. Otro sí tengo por bien que no sean prendados por ninguna deuda que el Concejo de Atienza deba. Y ninguno sea osado de ir contra esta merced que yo hago. Si no, cualquiera que lo hiciese me pagaría en pena de cien maravedíes de la moneda nueva, y a ellos el daño doblado. Y porque esto sea firme, mándole dar esta carta sellada con mi sello colgado. Yo Gonzálo Pérez la hice escribir por mandado del Rey».

Sancho IV de Castilla (1258-1295)
Miniatura del siglo XIII
Biblioteca Nacional de España, Madrid

La Caballada de Atienza tiene su origen en la mañana del domingo de Pentecostés del año 1162, cuando los arrieros atencinos abandonaron la villa con el rey niño, futuro Alfonso VIII de Castilla, disfrazado de arriero entre ellos. De esta manera salvaron la vigilancia de su tío Fernando II de León, y consiguieron llevar al rey niño sano y salvo hasta Segovia y luego a Ávila. La Cofradía de la Caballada recuerda cada año este acto heroico, ataviados sus miembros a la antigua usanza a lomos de sus caballos, y yendo en romería hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Estrella.


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Bibliografía consultada:

La Histórica Cofradía de "La Caballada" en Atienza (Guadalajara)
Francisco Layna Serrano
Consejo Superior de Investigaciones Científicas
Instituto Jerónimo Zurita
Hispania. Revista Española de Historia, nº IX. Madrid (1942)

La Caballada de Atienza
Tomás Gismera Velasco
Colección Boira, Ibercaja (1994)

Colección Diplomática de "La Caballada" de Atienza: estudio y apéndice documental
Alberto Tamayo
Ediciones Bornanova, Guadalajara (2004)

Apodos Reales. Historia y leyenda de los motes regios
Javier Leralta
Sílex Ediciones, S. L. Madrid (2008)



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