jueves, 11 de octubre de 2012

Reseña Histórica de la Cofradía de la Santa Caridad de Toledo – Primera Parte



Cofradía de la Santa Caridad
(Fotografía: La Tribuna de Toledo)

Teniendo cercada el Rey D. Alfonso VI esta ciudad de Toledo en el año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de 1085, ocurrió que por ocasión de la mucha gente reunida, no sólo de armas, sino de la infinita que esperaba poblarla, eran tantas las personas que morían ya a consecuencia de las heridas recibidas en las frecuentes refriegas de ambos ejércitos y las que se ahogaban en el río Tajo en las repetidas embestidas que el ejército sitiador daba a la población por la parte del Mediodía, como las que sucumbían de muertes naturales, ocasionadas por los insanos alimentos y consiguientes privaciones a tan prolongado y tenaz asedio, que no era posible el dar a los cadáveres decorosa sepultura eclesiástica; visto lo cual por el católico Rey D. Alonso, de gloriosa memoria, deseoso de poner remedio a esta falta de caridad cristiana, conferenció con los bienaventurados varones el Cid Ruy Díaz de Vivar, más tarde Gobernador de esta ciudad, Antonio Téllez de Toledo y Suero Gómez de Gudiel, esforzados Capitanes, con otros caballeros y gente principal, dando por resultado tan humanitaria y caritativa reunión, el que se fundara en el mismo Real de los cristianos una Hermandad que tuviera por objeto el enterrar los cadáveres en la forma prescrita en el Ritual Romano, dándola el título de la Santa Caridad, e instalándola en el monasterio de San Francisco.


Recibo de la Cofradía de la Santa Caridad de Toledo, año 1592.

Luego que llegó el venturoso día de San Urbano, domingo 25 de mayo de expresado año de 1085, a los trescientos y setenta que esta ciudad gimió bajo el yugo de los árabes, al penetrar el ejército victorioso en la misma, se hizo aún más necesaria la existencia de la Santa Hermandad, porque la infinita afluencia de las gentes que la invadieron con el ejército sitiador, aumentaron tan considerablemente el número de sus habitantes, que las casas no eran bastante capaces para contenerlas molestas y apiñadas; lo cual unido a las sucias costumbres de los árabes sus principales moradores, habiendo destruido la prolongada destructora guerra los Hospitales, Parroquias y Asilos de Beneficencia, fue bastante causa para que se declarase una espantosa epidemia, contribuyendo eficazmente a su terminación los heroicos esfuerzos de abnegación y caridad cristiana que la Santa Hermandad desplegó recogiendo las cadáveres que a centenares yacían en las calles y casas y de los que todos huían por temor del contagio, dando a los de los cristianos sepultura eclesiástica y conduciendo a los de los árabes a sus cementerios o sitios destinados al efecto.



Fuente:
Estatutos y Reglamento de Régimen Interno de la Cofradía de la Santa Caridad de Toledo.

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