jueves, 25 de octubre de 2012

"Virgencita de la Concha que vienes en Romería..."

La Romería de La Hiniesta tiene lugar cada Lunes de Pentecostés. Su acto central consiste en el traslado de la Virgen de La Concha, desde la capital zamorana, hasta la iglesia de La Hiniesta para visitar la Virgen de La Hiniesta. En ese día, tanto Zamora como La Hiniesta recuerdan el hecho histórico de que la imagen de la Virgen de la Hiniesta estuvo alojada en Zamora hasta que terminaron las obras del templo de la localidad, Santa María La Real, y a cuya conclusión fue acompañada en procesión por la patrona de la capital, la Virgen de La Concha, que desde entonces cada año hace una visita a la Virgen de la Hiniesta, acompañada de muchos fieles

La Virgen de la Concha, Patrona de Zamora, en La Hiniesta


viernes, 19 de octubre de 2012

Festividad de San Miguel de Aralar


El santuario de San Miguel de Aralar celebró su día grande el pasado 29 de septiembre. Con motivo de la celebración de la festividad de San Miguel Arcángel, hubo cuatro misas por la mañana, siendo la Misa Mayor a las 12, celebrada por el obispo auxiliar de la Diócesis de Navarra Monseñor D. Juan Antonio Aznárez y solemnizada por los coros de los pueblos de Sakana.

San Miguel de Aralar


D. Jose Mari Uztarroz, presidente de la Cofradía de San Miguel de Excelsis recordó, en declaraciones a la prensa, que al final de cada misa se iba a dar a venerar a la imagen de San Miguel y que durante toda la mañana habría confesores en la iglesia.


jueves, 11 de octubre de 2012

Reseña Histórica de la Cofradía de la Santa Caridad de Toledo – Primera Parte



Cofradía de la Santa Caridad
(Fotografía: La Tribuna de Toledo)

Teniendo cercada el Rey D. Alfonso VI esta ciudad de Toledo en el año del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de 1085, ocurrió que por ocasión de la mucha gente reunida, no sólo de armas, sino de la infinita que esperaba poblarla, eran tantas las personas que morían ya a consecuencia de las heridas recibidas en las frecuentes refriegas de ambos ejércitos y las que se ahogaban en el río Tajo en las repetidas embestidas que el ejército sitiador daba a la población por la parte del Mediodía, como las que sucumbían de muertes naturales, ocasionadas por los insanos alimentos y consiguientes privaciones a tan prolongado y tenaz asedio, que no era posible el dar a los cadáveres decorosa sepultura eclesiástica; visto lo cual por el católico Rey D. Alonso, de gloriosa memoria, deseoso de poner remedio a esta falta de caridad cristiana, conferenció con los bienaventurados varones el Cid Ruy Díaz de Vivar, más tarde Gobernador de esta ciudad, Antonio Téllez de Toledo y Suero Gómez de Gudiel, esforzados Capitanes, con otros caballeros y gente principal, dando por resultado tan humanitaria y caritativa reunión, el que se fundara en el mismo Real de los cristianos una Hermandad que tuviera por objeto el enterrar los cadáveres en la forma prescrita en el Ritual Romano, dándola el título de la Santa Caridad, e instalándola en el monasterio de San Francisco.


Recibo de la Cofradía de la Santa Caridad de Toledo, año 1592.